5 Trucos Para Quemar Grasa
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5 trucos que debes aplicar para elevar la oxidación de grasa
1. Entrena con Pesas
No existe actividad que promueva más la oxidación de grasas, que entrenar con pesas. El daño generado a nuestros músculos es tal, que obliga al cuerpo a utilizar las reservas de grasa para ayudar con la recuperación post entreno.
El hecho de ganar masa muscular hace que el número de mitocondrias crezca exponencialmente, lo que se traduce a un mayor gasto energético y, por consecuencia, mayor utilización de grasas como fuente de energía.
2. Consume más proteína
Debido a un fenómeno bioquímico llamado Efecto Térmico de los Alimentos (TEF), el consumo de Proteína hace que su propia digestión necesite entre un 25% y un 30% de las calorías que esta aporta. Por tanto, a mayor consumo de proteínas, mayor será tu gasto calórico.
Además, consumir suficiente proteína, hará que tus músculos crezcan más, por tanto, por esa vía también se estimula la pérdida de grasa. Hasta el mismo hecho de descomponer y luego componer la proteína que consumimos, le genera al cuerpo un gasto energético enorme.
Así es que empieza a elevar el consumo de proteína a través de tu dieta (canes, huevos, pescados, mariscos, lácteos…)
3. Lleva una dieta equilibrada
Consume, además de suficiente proteína, la cantidad adecuada de a Carbohidratos y lípidos, de modo que a tu cuerpo no le falten nutrientes para cumplir con sus funciones básicas.
4. Consume siempre una buena porción de frutas y vegetales
Con esto, vas a asegurar que el consumo de fibras sea suficiente para un adecuado proceso digestivo y salud intestinal. Además, consumiendo frutas y vegetales, también aseguras un porcentaje alto de Micronutrientes que ayuden con procesos metabólicos y al equilibrio interno.
5. Adecuado descanso
Cuando descansamos adecuadamente, nuestro cuerpo se recupera mucho más fácil del estrés generado, no solo por el entrenamiento, sino por el que nos genera el día a día. Un descanso adecuado, asegura que nuestra producción hormonal se mantenga en homeostasis.
Además, cuando dormimos profundamente, al entrar en la fase de sueño REM, el gasto calórico se eleva bastante, ya que en esa fase, nuestro cerebro está “reciclando” pensamientos e información y nuestro organismo está trabajando a su máxima capacidad para desechar las toxinas y regular todos nuestros procesos metabólicos.
